Tiempo de Auto Cuidado: De la Maternidad Ideal a la Real
, por Carolina Isabel Gonzalez Hernandez
, por Carolina Isabel Gonzalez Hernandez
Cuando nos convertimos en madres como en muchas otras facetas de nuestras vidas somos víctimas de los estereotipos.
Esa madre abnegada y cariñosa dedicada las 24 horas del día a su cachorro. Son ideales que podemos heredar o asimilar de nuestro entorno y repetirlos sin poner mucho empeño.
Lo cierto es que estoy convencida de que todas necesitamos un hada madrina que nos contara un poco sobre la maternidad real antes de vivirla. No con ánimos de asustarnos sino de ayudarnos a sentir menos culpa.
Recuerdo los primeros meses cuando Matteo vivía pegado a mi y solo tenía el momento de la ducha para mi misma. Cuidar a un bebé puede llegar a ser agotador desde el punto de vista físico y psicológico.
Desde afuera quizás parezca fácil pero no lo es y solo te das cuenta cuando lo vives. Los bebés son sorprendentes y enternecedores pero también son muy dependientes y esa demanda agota al adulto que los cuida.
Esa dependencia las 24 horas que, en ocasiones no me permitía comer o ir al baño o simplemente responder un mensaje del móvil, llego a ser en algunos momentos abrumadora.
Y entonces por segundos sentía que quería salir corriendo o tomarme un descanso. En ese momento, aparecía la culpa juzgándome de no querer a mi bebé y haciéndome sentir mala madre.
Pensé que esos pensamientos se irían con el tiempo, que me acostumbraría, pero no fue así la necesidad de tiempo para mi sigue presente hasta el día de hoy y lo bueno es que cada vez me siento menos culpable.
Mi yo del pasado no estuvo consciente de que esa sensación y esos pensamientos iban a estar ahí conmigo en mi maternidad.
Y de que era normal, no debía sentir culpa porque las mamis también somos humanos y necesitamos un poco de espacio.
Solo cuidándonos podemos cuidar de los bebés con buena energía y amor.
Por otro lado, no siempre es fácil tomar ese tiempo de desconexión. Puede ser toda una logística delegar el cuidado de nuestros hijos si no tenemos en quién delegarlo un rato.
Y quizás luego de planificarlo todo muy bien, puede inclusive haber un imprevisto que tire por la borda todos tus planes.
Entonces necesitas al hada madrina para que te dé ánimos: “Es normal, no estás sola en esa dinámica. Nos pasa a todas y lo vas a lograr.”
Si hoy fue uno de esos días, respira, relaja y fluye con la dinámica. Un día a la vez.
Así que si estás embarazada o ya tienes a tu bebé en brazos no te sientas culpable de querer tiempo para ti de autocuidado para mamá.
Es una necesidad como ducharnos o comer. Es alimento para el alma de mamá y recargar las pilas para seguir.
¡Gracias por leer hasta aquí!
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Carolina